salado, paseo mi lengua por dentro de la boca, escupo sangre. rojo intenso a borbotones, me dan arcadas y vomito. soy incapaz de mirarme ahora en el espejo, podrían darme más nauseas.
sigo escupiendo sangre, tengo los ojos llorosos, me enjuago la boca, me pregunto el por qué de esta repentina sangría. tal vez sea el diablo desde dentro, pidiendo salir.
me mareo al ver toda la sangre, exagerada su cantidad por la mezcla con el agua. me asusto, tengo miedo, intento tranquilizarme y todo se va escapando lentamente por el desagüe.
observo mi reflejo, mis ojos rojos, estará allí ahora el diablo, brotará por mis lacrimales.
cepillo mis dientes para quitar el mal sabor de mi boca, me quito las gafas, me abofeteo para volver a sentir mi cuerpo, para ver la reacción del intruso, y sigue ahí, lo noto, lo veo, sigo teniendo su marca.
le echaré de aquí, aunque yo acabe muriendo.