viernes, enero 30, 2009

dough!

lunes, enero 26, 2009

tu casa

fumábamos tumbados en tu cama, los dos desnudos. tu me pediste que te leyera algo, yo te leía a john fante. escuchabas con los ojos abiertos y una sonrisa de oreja a oreja, como una niña pequeña escuchando un cuento de hadas. yo bebía más cerveza, fumaba y no podía dejar de leer para ti.
han pasado muchos años desde entonces, y siempre recuerdo aquella noche en tu casa aunque nunca más haya hablado de ello, aunque nunca jamás se lo haya contado a nadie.
pienso que tal vez tu ni siquiera te acuerdes, que lo encerraste todo en esa caja atada con cadenas en la que hace tiempo me encerraste.
no sé si será el tiempo, o que nos hayamos olvidado mutuamente lo que hace que esta historia crezca dentro mi y se haya quedado grabada en mi cabeza para siempre.

martes, enero 20, 2009

aquí unos señores...



cada uno mirando a un lado.

sábado, enero 17, 2009

in utero

el agua me atrapa. no puedo escapar. se me hace imposible el gesto de cerrar el grifo y salir de la ducha. puedo escuchar el eco del agua cayendo sobre mi vacía cabeza. un hilo de agua recorre mi cara, podría quedarme dormido de pie, aquí mismo.
la verdad es que casi podría notar como flota mi cuerpo dentro de la mampara.
como un bebé dentro del útero, sin importarme la vida que hay afuera.

martes, enero 13, 2009

viernes, enero 09, 2009

la perra del hortelano

ni come ni deja comer.
pasea con la cabeza erguida.
el cuello estirado sin dolor.
deja su olor por las esquinas,
restregando su cuerpo con todo lo que haya alrededor.
nunca le importo sacar su culo a pasear,
nunca le faltó nadie a quien mirar.
siempre fue foco de atención,
una zorra sin control.
ni come ni deja comer.
intenta devorarme, hacerme daño y que parezca sin querer
y yo no sé qué decir, ni que cara poner.

jueves, enero 08, 2009

compromiso

daniel tenía un perpetuo horror al compromiso. desarrolló su propio sistema de defensa, un sistema que saltaba como un resorte a la mínima ocasión, ante el más pequeño de los detalles que hicieran presagiar algo de compromiso. la alarma, las luces de emergencia, su propio sentido arácnido.
podría definirse como miedo, pero no falta de madurez. un día, hablando de ello, dejó entrever que ese miedo venía dado por una total y absoluta falta de confianza hacía el resto de la humanidad, y más concretamente hacía las mujeres.
he de reconocer que nunca le faltaron motivos, pues siempre tuvo la mala suerte del que sólo se topa en su camino con errores, como si fuera buscándolos intencionadamente. esas cruces en su camino, los errores, dejaron sin su oportunidad a las sucesivas relaciones de daniel.
cierta vez le vi dar un salto de dos metros hacia atrás cuando una chica con la que se veía sugirió que tal vez no estaría mal que pasarán más tiempo juntos.

sábado, enero 03, 2009

compras de reyes

mario dice que prefiere picarse junto al cementerio, bajo los altos muros de ladrillo. compramos en unas casas bajas que hay al lado de las naves industriales y vamos andando con los bolsillos que nos queman hasta llegar adonde él quiere. es un camino de apenas diez minutos, pero siempre es como si llevásemos andando una hora. los hacemos con paso rápido, sin hablar, resoplando, exhaustos.
una vez allí, cuando acabamos, cada uno sale en una dirección distinta.
yo me subo en un taxi en marqués de vadillo, apoyo mi cabeza contra la ventana, ya sin los sudores fríos que hace una hora recorrían mi espalda. escucho las canciones ridículas de la emisora que lleva puesta el conductor. se salta los semáforos, adoro a los taxistas que se saltan los semáforos cuando me llevan a casa.
llego, me tumbo en el suelo de mi habitación, las luces giran a mi alrededor, todo desordenado, todo en orden.
el interior de mi cuerpo se subleva, mis venas, mis órganos, mis huesos,… todos quieren salir de mi cuerpo.
los muros del cementerio, infranqueables, altos y rojos, incomprensibles… nadie quiere entrar, nadie puede salir.

jueves, enero 01, 2009

soy

anuncios de jess extender y pornografía para el teléfono entre rones con coca cola.
constelaciones, estrellas, pequeñas fotografías de colores ya quemados, como si hubieran sido tomadas hace veinte años, y ni siquiera llegan a tener doce meses de vida.
seguir buscando y nunca más encontrar.
marianne me espera y canta en mi habitación, y debería de haberla conocido antes, cuando las piedras rodaban para ella sola a su alrededor.
dormir, y nunca más encontrar.
y nunca más encontrar.