domingo, noviembre 15, 2009

lobo estepario

niñas de barrio que se han puesto guapas para salir por argüelles, sus tacones hacen ruido cuando caminan por la acera. está anocheciendo y las nubes son rosas y blancas. chicos de barrio con gomina en el pelo, se han bañado en colonia, parecen jugadores de fútbol, o actores de alguna serie de telecinco o antena tres.
los coches pasan con las ventanillas bajadas y cualquier tipo de música infernal vomitada desde los altavoces de sus recientemente lavados y encerados vehículos.
no sé cuánto tiempo ha pasado, te miro y ya peinas canas, y yo soy incapaz de ver las mías propias.
marionetas almacenadas en el baúl de algún desván en ruinas.

jueves, noviembre 12, 2009

pequeños homicidios

pequeños homicidios cometidos en el salón de tu casa, a la luz del tímido sol de otoño. unas alas me sorprenden al descolgar unas de tus bragas de la cuerda de tender. sus alas ahora estampadas contra la pared. las agarro con mis dedos, arrojo su cuerpo por la ventana. descansa ahora sobre algún tejado, al lado de ropa perdida.

lunes, noviembre 09, 2009

crazy diamond

ancianos de paseo que salen de misa. claros y sombras. sol, nubes. un día de fiesta, shine on you crazy diamond. tu ropa está tendida en el salón, un niño juega con una bolsa de plástico en la cabeza, su padre va detrás corriendo para quitársela. el tiempo deja al descubierto mi cara, el agua hace remolinos antes de desaparecer.

lunes, noviembre 02, 2009

para salvarte

voy de copiloto en el coche de peter. peter conduce. no puedo ver los coches a nuestro alrededor, sólo las estelas de sus luces. unas rojas, otras amarillas. de fondo suena animal collective, y peter es tan grande que parece que el coche ha encogido. hace como que el salpicadero es un teclado, o a lo mejor es que en realidad es un teclado, y mueve la cabeza y agita los brazos. no podría asegurar si el tiempo se ralentiza o acelera. las luces de los otros coches se reflejan en el retrovisor, y van alumbrando la cara de peter por momentos, como si estuviera encima de un escenario.
yo estallo en carcajadas, y al fondo se ve madrid iluminada. pienso que nunca llegaremos, pero luego pienso que es un fenómeno extrañísimo y que en verdad no es madrid, sino un enorme espejismo nocturno.
giro lentamente mi cabeza hacía peter y le pregunto.
-¡cómo puedes conducir así!
-¡tío, yo vivo así!