y al final nieva en madrid. tímidamente, después de toda la alarma causada por un temporal que, aquí sólo ha dejado frío y unos escasos copos de nieve. unos copos de nieve que han cuajado sobre los coches aparcados bajo mi casa. veo el coche de mi madre, y su techo blanco, y pienso que podría quitar la nieve acumulada con tan sólo un soplido, como si apagara las velas de una tarta de cumpleaños.
bajo la persiana de la ventana de mi cuarto, y espero que mañana, al despertar, esté todo cubierto con un manto blanco que me permita dejar las huellas de mis pies en la nieve. sé que no sucederá, pero me ilusiono con este deseo y me acurruco en el sofá cambiando de canales, torpemente, somnoliento, sin fuerzas, igual que esta nevada de domingo.