todos pasan a mi alrededor, todo pasa a mi alrededor. soy un ser desplazado, huelo mil perfumes, a mis oídos llegan risas, chillidos.
un sabor agrio recorre mi garganta, me obliga a degustarme, la percepción se altera. nervioso, intento encontrar a alguien dentro de este sitio, simón predica en el desierto.
la sensación de no encajar en sitios a los que voy es muy fuerte, me ahoga y me hace sentirme incomodo en cada lugar.
me siento como renton en trainspotting, sentado en la oscuridad, hiperexcitado, observando todo lo que ha cambiado, como un viajero del tiempo.
la paranoia vuelve para atacarnos a todos y, al contrario de lo que dice el anuncio, a mi no me afecta, aunque cada vez cuente o aunque cada vez descuente. personajes salidos de los delirios lisérgicos de juventud de algún hippie me dan lecciones de madurez, y yo ya dejé de escuchar hace mucho tiempo.
once euros cuesta la vuelta a casa, nada cuesta cerrar los ojos y sentir las luces verdes y rojas que bombardeaban mi cara, nada cuesta dejar todo de lado y volver a empezar. sí cada vez cuenta, que sea la mejor, porque algún día todo pasará y dormiremos en pequeñas parcelas interestelares con vistas a nebulosas de mil colores, y no importará ya que nos sintamos como renton en trainspotting.