entre risas me dice javi, joder, no has cambiado nada, sigues igual, eso es lo que mola de ti. sigues teniendo la misma risa que tenías en el colegio y siempre tienes alguna parida lista para soltarla, y siempre estás riendo. no soy el mismo, le digo, ahora me sé atar los cordones de los zapatos.