me aburro, pasa un rato hasta que el hombre galleta intenta divertirme con alguna cosa. esta mañana le vi meterse tres galletas rellenas de chocolate en la boca, luego, sin masticarlas, se llenó la boca de leche y sus mofletes se hincharon, cuando acabó me dijo, es como mojarlas en una taza, pero sin ensuciar nada de la vajilla. el hombre galleta se marcha y aparece mi amigo el científico loco, lanza una pregunta, veamos, el efecto que hace un tomate sobre el ladrillo del edificio de al lado, ¿hasta dónde puede llegara salpicar?... lo lanza y se marcha corriendo, yo no puedo esconderme, disimulo, e intento que se vean mis muletas, para pasar por un pobre desvalido que tan sólo salió a la terraza a ver el sol.
y así van pasando los días, y personajes desconocidos me van visitando y yo intento volver a ser quien era yo antes, o quien se suponía que era yo antes, o intento ser algo valido para mi, que te pueda hacer feliz a ti.