viene una ola, toca mis pies y se va. así sucede una y otra vez. prefiero siempre este sueño a la otra pesadilla que suele visitarme en medio de la noche, la de los insectos que intentan meterse dentro de mi cuerpo aprovechando los orificios al exterior que brindan los agujeros de mi pierna. cuando esto sucede me despierto y enseguida me llevo las manos a la rodilla y intento ver si se me ha hinchado más a causa de los malditos bichos, porque tal vez hayan incubado sus asquerosas larvas dentro de mi pierna.
pero este sueño es distinto, me relaja, viene una ola, toca mis pies y se va.
podría estar toda mi vida así, viene una ola, toca mis pies y se va.
viene una ola, toca mis pies y se va, viene una ola, toca mis pies y se va.