viernes, junio 09, 2006

la ducha sentado

el mero hecho de tener visiones podría asustar a más de uno. visiones con minifalda vaquera son aún más extrañas, pero aprendí a ignorar todo esto. las visiones tan sólo arruinan nuestras vidas.
lo más agradable de la noche, si excluimos su finalización, fue el encuentro con un antiguo compañero de clase. en el colegio éramos amigos, jugábamos juntos al baloncesto, íbamos a la misma clase,... luego, nos dejamos de llevar bien. resulta que volví a saber de él por una de esas casualidades de la vida y ayer, nos vimos en el metro de regreso a casa. sinceramente, nunca pensé que fuera a tener una conversación interesante con él, pero lo fue y al final cambiamos nuestros números.
ya en mi ducha sentado, pensé. bueno, todos cambiamos, supongo que é no es igual que antes, supongo que yo sería un crío insoportable, no sé.
mis duchas sentado me agotan, y no me gustaría que nadie viera el espectáculo poco agradable que puede llegar a ser ver a un tío grande, algo peludo, con barriga, sentado en una banqueta dentro de una ducha... me avergüenza. además, cada vez que me ducho me juego la vida, una de las patas de la banqueta de plástico está rota, y se dobla de vez en cuando, dándome unos sustos notables, y acto seguido salen de mi boca los mejores improperios que nunca haya dicho a un ser que, aparentemente, no tiene vida.
llegué a la cama, y sonaba wish you where here y la casa permanecía a oscuras.