sábado, agosto 13, 2005

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arquitecturas imposibles proyectaba su cuerpo al sol. sus manos tapándose los ojos, su lengua paseándose por sus labios. mis manos intentaban torpemente llegar hasta su piel, ella me quema más que el sol. tengo la urgente necesidad de tocarla, porque si no lo hago el mundo estallará en mil pedazos, y yo me quedaré aislado en un planeta llamado ansiedad, rodeado de soledad y miedo al ridículo, vecino del exceso y de la locura.