miércoles, agosto 23, 2006

visitas

cuando las visitas inesperadas vuelven, justo un segundo después de haberte olvidado de ellas, y veo unas piernas en tu cuarto, unas piernas que sobresalen de un camisón rosa. desearía desaparecer en este preciso momento.
las avispas que vuelan alrededor de mi cadáver ahogado comienzan a picarme con sus aguijones y mueren a mi lado. a mi cuerpo hinchado y azul no le tendría que doler semejante ataque, y siento cada picadura mientras mi cuerpo sigue deformándose, y sigo tragando agua e hinchándome cada vez más.
me quedo varado en la playa, con un tamaño semejante al de un cetáceo. los niños clavan palos en mi cuerpo, del que rebosa agua y veneno de avispa como si fuera una esponja.
el sol va pudriendo mi cuerpo en la playa, soy incapaz de soportar el hedor que desprendo. las gaviotas se alimentan de los moluscos que encontraron hogar entre los pliegues de mi piel, odio a las gaviotas.
dos niños me cuidan, me curan. poco a poco hacen que mi desproporcionado cuerpo vuelva a ser como antes, menos desproporcionado...
hay visitas inesperadas que vuelven justo un segundo después de haberte olvidado de ellas.




el sueño se pasa a visitarme cuando a él más le apetece.