puedo escuchar como el viento mueve las hojas de los árboles. no me apetece dormir, y no me explico el por qué estoy en la cama, con las luces apagadas y los ojos abiertos como platos. quizá siempre contemplé la remota posibilidad de tu asombrosa reaparición... primero vendrá a mi tu olor y cerraré los ojos, para escuchar como te acercas, para poder percibir tu respiración y escuchar así tu primera palabra. sé exactamente cual será esa primera palabra, la he escuchado ya tantas veces dentro de mi cabeza... y si apareces de nuevo me abrazarás y me dejarán de temblar las piernas porque estaré donde debo de estar. estaremos días sin hablarnos, tan sólo mirándonos, observándonos el uno al otro, recuperando el tiempo perdido
siempre pienso en que vendrás, y será el día más feliz de mi vida, aunque en esta vida solo se puede estar seguro de una cosa.
es triste acostumbrarse a estar solo.
no sé que hago en la cama, con las luces apagadas y los ojos abiertos como platos.
eres tan jodidamente especial... y yo soy un monstruo...