me recuerda al muñeco de vudú que hicieron conmigo... ¿nunca te he contado esa historia? es divertida... eh... no... no me lo has contado... pero tiene pinta de ser una historia curiosa cuanto menos...
verás, todo empezó cuando un día me desperté. me levanté de la cama, me puse mi zumo de naranja, y cuando iba andando por el pasillo una punzada atravesó mi pecho. no puede ser un infarto, no paso de los treinta... me duele... logré sentarme en el sofá. permanecí unos minutos allí.
todo fue pasando, pero según pasaba el tiempo, las punzadas en el pecho se fueron haciendo más habituales. además empezaron pinchazos en otras partes del cuerpo. la rodilla, la cabeza, la espalda...
viendo una película antigua, llegué a la conclusión de que alguien hacía vudú conmigo. andando una día por la calle montera una negra con vestido blanco se quedo mirándome... muchacho estas sufriendo, me dijo. saco una petaca de un bolso blanco que llevaba encima, bebió un trago y escupió ron sobre mí... haz tú lo mismo. di un trago, ese bébetelo, el próximo lo escupes... hice lo propio.. esta noche te encontrarás. siguió su camino.
volviendo esa noche borracho a casa, me encuentro en el suelo de la calle de la ballesta un muñeco blanco. tenia alfileres pinchados en todo el cuerpo, apenas quedaba un hueco libre... lo recogí, me quedé un rato con el muñeco en la mano... saqué sus alfileres, lo llevé a mi casa, lo escondí...
¿por qué no te deshiciste de él? ¿te desharías de ti mismo? no... yo tampoco pude hacerlo. me quedé mirando al suelo, tus ojos me observaban...