miércoles, octubre 11, 2006

día doce

volvemos a los días de tránsito. me levanto de la cama del camarote como si me hubieran dado una paliza. "joder, tengo la espalda como si me hubieran dado una paliza”, deja de meterte en mi cabeza le digo. “pues yo he dormido de puta madre”, se escucha.
volvemos a la cubierta del barco, para ver las maniobras de embarque, a otro le queda esperar hasta retirar el coche de la panza de semejante bicho vejestorio. según su versión fue la peor hora y media de su vida. nosotros aprovechamos para desayunar en todo este tiempo.
voy dormitando durante todo el trayecto en el coche, el blue velvet. comemos en tepic, con una foto de rocío durcal y los jefes del establecimiento presidiendo el comedor.
hoy, dormiremos en guadalajara de nuevo.
por la radio dicen que en guadalajara toca nouvelle vague.
a lo largo de este viaje, uno de los momentos de regocijo fue encontrar un baño decente, con su ducha decente... no organizamos para los rigurosos turnos en el baño, nos acicalamos para salir, vamos de concierto.
en el concierto confirmo una de las conclusiones que me llevé de la ciudad de guadalajara. hay unas mujeres guapísimas…
al finalizar el concierto hablamos con unas chicas. nos llevan en su ranchera, la verdad, tenía ganas de subir encima de un coche de estos.
comemos en un puesto de la calle, desafiando así a todas las normas estomacales.
“… que decía en la guía de lonely planet… porque vosotros lleváis la guía de lonely planet, ¿verdad?...”
un paisano se hace el listo con nosotros, lleva quince días en méxico y no ha salido de d.f., y es un flipado, dice que consiguió que le vendieran una botella de tequila por 60 euros, lo decía cómo si de verdad fuera una ganga.
creo que enganchamos una tremenda borrachera a base de cervezas indio y vodka con piña.