viernes, diciembre 30, 2005

trastornos de un día de diciembre en la gran ciudad

los brindis con cava se eternizan en noches sin cielo. los más extraños compañeros de copas se reúnen a mi lado. nunca pensé que este momento llegaría.
caras de locos circulan a mi alrededor, rostros que, si los toco se derriten al paso de mis manos. todos diríais que sólo han pasado cinco minutos, y a mi me parecen veinticinco años. avanzo dando pequeños saltos por la acera. algunas baldosas trampa pueden llevarme al abismo.
entro en casa y me desvisto, me quito mi ropa sin color. fui repartiendo arco iris y ahora estas telas son grises
y cuando me he levantado, me he sentido el hombre más feliz sobre la faz de la tierra. hoy es un día importante, lo he sabido en cuanto me he levantado. hoy es un día importante... nadie se dará cuenta.
“me gusta más que desayunar olerte, olerte sin nariz.
me gusta más envenenar manzanas, que quitarles la piel.”