viernes, diciembre 16, 2005

jack

ni el frío de diciembre, ni el calor sofocante de agosto podrían con la nueva esperanza en la vida de jack. las telas de araña se amontonan en su cuarto, intenta limpiar su habitación, pero se convierte en una tarea imposible, digna del mismo hércules. va recogiendo telas de araña, y se hace un abrigo con ellas, las saca a pasear.
estas telas de araña son herencia de otra vida y, está claro que, no podrá desprenderse de ellas.
jack se levanta totalmente inconsciente por las mañanas, cómo un autómata lleva a cabo las labores correspondientes antes de ir a trabajar. se lava la cara, desayuna, se cepilla los dientes, se viste y va al trabajo.
no estaría de mas mencionar que a jack le gustaría ser feliz, o al menos parecer feliz.
algo nuevo entra en la vida de jack y, cómo todo lo nuevo, se muestra fascinante, maravilloso, espléndido y hasta adictivo.
jack se pone muy despacio su abrigo de telas de araña y sale a la calle, y el sol empieza a sacarle del letargo invernal, del invierno polar en el que ha vivido, rodeado de oscuridad y frío.