domingo, noviembre 27, 2005

mañanas de domingo

las mañanas de domingo están llenas de niños que juegan bajo el sol del otoño. recuerdo esas mañanas esperando a salir corriendo de misa, queriendo ir al retiro a jugar y destrozar y manchar los zapatos elegantes pegando patadas a un balón. hay cosas que no han cambiado, cómo la facilidad para gastarme el dinero de la paga rápidamente.
después de la misa, mi madre nos daba veinte duros a mi y otros veinte a mi hermano. yo me gastaba todo el dinero en el kiosco, comprando cromos... bien podrían ser los de la pandilla basura o los de la liga de aquel año... tampoco ha cambiado mi espíritu de consumidor compulsivo.
poco a poco, fui cambiando esas mañana vestido de monaguillo por jugar al fútbol exclusivamente. después, por agradables mañanas tomando cañas y paseando por el rastro, otras veces por pasarlas durmiendo.
los niños pasan corriendo por mi lado, adelanto a las señoras que salen de misa, mi barrio huele a pan caliente, subo flores a casa y se las doy a mi madre.
las mañanas de domingo están llenas de niños...