domingo, febrero 10, 2008

“la mujer de tu vida es la que te esté dando la mano mientras tu te estás muriendo.”

no duermo... no soy capaz de cerrar estos ojos.
pienso en irme, en huir, en perderme en algún lugar profundo de los estados unidos, en algún pueblo fotocopia de cualquier otro pueblo y pasar desapercibido, y dedicarme a ver partidos de futbol americano en la tele del bar, y hablar sobre el cultivo del maíz, y mascar tabaco mientras corto el césped de mi casa los domingos, después de hacer una barbacoa los sábados. podría aprender a tocar el banjo...
ya no creo que mi vida esté aquí, en el lugar donde crecí...
podría irme también a méxico, irme con alberto y probar suerte... siento que cada vez me alejo más de este sitio, o tal vez me alejen...
nunca me fui contigo a otro lugar porque tenía miedo que lo está sucediendo me pasara a miles de kilómetros, y tuviera que buscarme la vida en australia, o estados unidos, o en inglaterra...
desde que apareciste sabía que, al final, me acabarías dejando y olvidando.
no destaco en nada, soy una persona normal. y todo esto duele, y sigo sin dormir, y apenas te importo.
algún día desapareceré, me iré lejos, como el que sale de casa a comprar tabaco... puede que esté en carpenter, o que haya puesto un bar en sídney, o que me haya perdido en nothing hill... o puede que continúe aquí y nadie me pueda ver.





murakami ha sacado un nuevo libro y apenas siento fuerzas para leerlo, y ya me pasa lo mismo con auster...