martes, septiembre 12, 2006

suicidios colectivos

poco importa el nombre de la persona que se encuentra al otro lado del teléfono. adoras sentirte muerto a cada paso que das, te lo he oído decir millones de veces. hace mucho tiempo ya que empezaste tu particular escapada hacia la autodestrucción. los demás que estamos a tu alrededor cambiaremos algún día, no seguiremos de verdad tus pasos, iremos más despacio, pero seguiremos autodestruyéndonos, y quedándonos calvos, sin dientes y nuestras pieles arrugadas por el paso del tiempo y del sol ocultarán nuestras ojeras.
ahora tu cuerpo yace, entre convulsiones, en el suelo de la calle. se empeñan en salvarte, yo sé que no lo van a conseguir. tu cuerpo lleva tanta ketamina que podrías ser utilizado como envase industrial para su transporte. decido ir andando hasta la calle luna, tu ya estás dando tus últimos golpes mientras te meten en una camilla dentro de la ambulancia.
marco un número de teléfono, poco importa el nombre de la persona que se encuentra al otro lado del teléfono, solo necesito escuchar una voz que me tranquilice en medio de la noche, y que me diga que todo va a salir bien, que no le importe escuchar únicamente lagrimas y silencios. una voz que me dé las buenas noches antes de irme a dormir.








para tí.