jueves, enero 24, 2008

promesas del este

levanta su mano hacia ella, haciendo un amago de golpe, mis ojos se fijan en la escena, y cuatro ojos más se fijan en mí. unos, húmedos llenos de miedo, otros, completamente fuera de sitio, rojo sangre.

-¿qué miras gilipollas? ¿qué haces aquí? ¡te voy a matar hijoputa!.

-¡para!, ¡déjale!,…

hablan en ruso y dejo de entender, sigo caminando, a mi espalda:

-¡hijoputa, maricón!, hijoputa ya te veré…

sigo caminando hasta llegar a casa. me quito la ropa para ponerme el pijama y me hago un ovillo en la cama.

adoro la magia de la noche de reyes.