martes, noviembre 21, 2006

tal vez sea tu ausencia


hombres con trajes ridículos haciendo negocios. negocian la muerte de sus vidas mientras estrechan sus manos sudorosas y encienden sus cigarros con dinero que hace tiempo ya se marchitó.
hablo solo por la calle, de mi boca comienzan a salir frases sin sentido.
el mar espera tranquilo, yo espero que me arrope.
un trozo de carne sangrante cuelga en la habitación, bocabajo, y piensa que todo a su alrededor esta del revés.
los domingos serán mañanas eternas, y la casa se llenará de flores.
me sangran las encías, prometo volver a morderte más, si prometes que volverás a morderme más.