salgo de neptuno y subo hasta cibeles, luces de policía,
furgones, las tropas de la oscuridad. viento, pinchazos detrás de los ojos
subiendo por la calle alcalá, cuchillos afilados clavándose en las córneas, las
cariátides del instituto cervantes se abalanzan sobre mi, curvas, formando un
arco sobre mi, sale un viejo con una gabardina que le viene grande, y gorra de
cazador roja con orejeras de la calle barquillo.
el idiota vagando por las calles en pleno ataque, montones
de gente, un enano apoyado en la pared, pelo largo, rubio oxigenado, raíces negras,
fuerte como un luchador del pressing catch, esperando con una pierna apoyada en
la pared.
gente por todas partes, cristales rotos dentro de la cabeza,
clavándose por todas partes, detrás de la nuca, en las luces demasiado
fuertes. ciego como max estrella sin
latino, rodeado de modernistas en tribunal.
concierto en un horno, buceo en la palma, lucha contra los
elementos, frío, calor, frilor.
llamo a mi abogado para que me venga a buscar, bajo a gran
vía, llena de basura por el viento, chavales que estaban de botellón en plaza
de españa de huída por todas las calles de alrededor, con bolsas de plástico, escondiéndose.
llega mi caballo blanco para llevarme a casa, calor que sale
de mi cuerpo en llamas, acurrucado en el asiento de atrás.