todo lo que giraba a su alrededor adquiría las condiciones de los hechos únicos. cada acto de su vida era una sucesión de extraños y maravillosos eventos. el mero acto de desayunar con él era mágico. algunas personas tienen el don de cambiar todo cuanto está a su alrededor, de cambiar a las personas, de hacer que una aburrida tarde de agosto sea el mejor día de tu vida. estas personas pasan por nuestra vida marcándonos tanto que se nos hacen inolvidables.
nunca permanecen mucho tiempo a nuestro lado, y cuando lo hacen pierden su extraordinaria capacidad. me acuerdo del terremoto que sacudió mi vida, que me hizo ver todo de distinta forma, que luego desapareció y el solo murmullo del aire que dejaba tras su paso era vida, y podías oler los colores que todo lo llenaban.
muchas veces me pregunto hacía dónde van una vez que pasan por nuestras vidas, pasan y cambian todo a su paso, tal vez se conviertan en satélites girando alrededor de nuestro planeta, o en estrellas que hay que buscar en los contaminados cielos de la ciudad.