miércoles, noviembre 22, 2006

la reina del fin de semana

mi chica se adorna el pelo, tiene una diadema negra con un lazito, se mira al espejo y se hace una coleta, y coloca a la perfección su flequillo.
alguien invento un olor nuevo para mi chica, el olor más adictivo que pueda existir, y no puedo parar de oler su cuello.
mi chica tiene una piel suave como el terciopelo.
mi chica se despide de mi con besos que saben a días de sol y a vientos cálidos, y hacen que nunca vuelva a ser invierno.
ella baja la calle andando, y yo me quedo observando su trayectoria después de haberme despedido de ella.
mi chica frota sus pies con los míos para no tener frío.

martes, noviembre 21, 2006

tal vez sea tu ausencia


hombres con trajes ridículos haciendo negocios. negocian la muerte de sus vidas mientras estrechan sus manos sudorosas y encienden sus cigarros con dinero que hace tiempo ya se marchitó.
hablo solo por la calle, de mi boca comienzan a salir frases sin sentido.
el mar espera tranquilo, yo espero que me arrope.
un trozo de carne sangrante cuelga en la habitación, bocabajo, y piensa que todo a su alrededor esta del revés.
los domingos serán mañanas eternas, y la casa se llenará de flores.
me sangran las encías, prometo volver a morderte más, si prometes que volverás a morderme más.

domingo, noviembre 19, 2006


“there´s no place like home”
mi hogar está donde tu estés.

jueves, noviembre 16, 2006

nunca quisiste que nadie te quisiera

ahora te descubres ante mi, y comprendo que nunca me quisiste, que nunca quisiste a nadie a tu lado. en ocasiones te mostrabas altiva e intocable, otras veces intentabas convencerte para quererme y yo no entendia esos cambios de humor, los atribuía a tu especial estado emocional, a tu encantadora y desequilibrada cabeza, ocupada en tacharme a mi de raro.
así, me vi un día en la calle, con todas las cosas que yo guardaba en tu casa a mi alrededor, sin saber muy bien que hacer con ellas, sin comprender muy bien que hacer conmigo.
recuerdo aquella noche de diciembre en la que me llamaste, llorando, intentando engañarme diciendo cuanto me querías y que me echabas de menos. no quise quedar contigo, en parte porque ya no te quería como te quise una vez, en parte porque mi mujer, la persona que una vez me salvó, descansaba a mi lado.
ha pasado mucho tiempo, demasiado, hasta que por fin he logrado comprenderlo todo.
sigo esperando, de pie, pero el sitio ha cambiado. tu adorable figura reposa ahora bajo esta enorme lápida de mármol. te has ido, y creo que el matarte fue la última demostración de que nunca quisiste a nadie.
en tu nota de despedida intentas culparme de tu desesperación y tus depresiones, y no me creo nada de lo que dice, salvo el adiós final que es lo único real y verdadero que me ha quedado de ti.
en tu nota subrayabas que nunca nadie te quiso, a ti, que te molestaba que nadie te comprendiera, jamás comprendiste a los que estaban a tu lado. estabas tan ocupada intentado querer a alguien que ni siquiera viste a los que te querían.
descansa por fin, nunca quisiste que nadie te quisiera.

martes, noviembre 14, 2006

sobre lugares altos y meditación

como hacia fermín de pas, gustaba de subirse a sitios altos en determinados momentos, para poder observar desde una altura conveniente todo aquello que le rodeaba. al contrario que el canónigo, no deseba sentirse poderoso observando aquella panorámica, más bien le gustaba porque le hacia sentirse pequeño, o porque la contaminación nunca dejó que las estrellas se pudieran observar detenidamente en aquella ciudad, y él imaginaba constelaciones con las luces artificiales de aquella galaxia entramada de bombillas y neones.
nunca lo hizo por miedo, nunca fue por afán de huida. a veces todos necesitamos observar las cosas que nos suceden desde un punto alto. ¿quién sabe? si así podemos vislumbrar alguna solución, o al menos calmarnos con la tranquilidad del silencio, y desde las alturas, arrojar el mismo pensamiento que nos atormenta.
pensando en fermín de pas, y en ese fragmento de la regenta, su mente se acabo perdiendo en reflexiones del todo lejanas al motivo que le hizo subir hasta tan alto punto, o tal vez sus reflexiones nunca estuvieron tan cerca.

sábado, noviembre 11, 2006

hábitat

algunas veces, pensaba que, de noche, siempre a esta misma hora, la ciudad se mostraba vacía, extraña y tan familiar a la vez. el único ruido era el de sus pisadas. dejó de llover, él regresaba a su casa.
según llegaba de la calle se metió vestido en la ducha, abrió el grifo de agua caliente y se quedó de pie bajo la alcachofa de la ducha.
decía que nunca llovía lo suficiente, decía siempre que tenía que llover más para poder limpiar a todos y cada uno de los cadáveres que se amontonaban en la ciudad.
también era frecuente verle tumbado sobre el césped del parque tomando el sol. solía decir que los rayos de sol del otoño podían resucitar a los muertos.

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a veces desearía poder matar a esos estúpidos bichos con mis propias manos.

martes, noviembre 07, 2006

el sueño de una noche de octubre


te abracé en la peor canción de la historia. nos besamos mientras limpiaban la ciudad. tu cara es todo ojos. tus ojos hacen que los humanos caigan en un profundo letargo cuando les miras.
nunca pensé que fuera a encontrarte. alguna vez escribí cosas sobre ti, y creo que ya no esperaba demasiado de nada.
dices que te hago reír, me dices que soy una dosis de positivismo. no entiendo cómo alguien tan depresivo como yo puede hacer que estés feliz. lo mejor de todo es que a tu lado olvido que soy débil, que soy un enfermo.
me olvido de todo lo ficticio, que es todo lo que nos rodea, nada es de verdad, lo único cierto es que tu estás aquí, que yo estoy contigo, y que nos alumbra una luz roja de lámpara de lava. lo demás no importa, hace tiempo que dejó de tener sentido.
tu haces que todo el universo gire a nuestro alrededor.

viernes, noviembre 03, 2006

nacimientos en el ecuador

tiembla un cuerpo desnudo en la cama, un cuerpo escondido dentro del edredón, refugiado de las castigadoras miradas de mil fotos que le rodean y observan, permitiéndose el lujo de juzgar su actitud, de poner en tela de juicio la fragilidad de un cuerpo humano, el escaso raciocinio de unos actos guiados por unos impulsos que poco tienen que ver con el cerebro. vuelve a la posición fetal, la posición que una vez ocupó dentro del útero de la madre. el edredón simula ese calor frente a las inclemencias del mundo exterior.
“un cuerpo humano es efímero, un ser humano no debería sufrir”.
repite la misma frase una y otra vez, lagrimas brotan por sus ojos, su respiración se acelera a causa del llanto y su corazón, un amasijo de sangre y músculos, se deja sentir con un poderoso y seco sonido en cada rincón del cuerpo.
un cuerpo desnudo sufre convulsiones, necesita sacar la cabeza fuera del edredón para poder respirar, su oxigeno se acaba, asoma poco a poco la cabeza empapada en sudor, llorando. desconoce que ha vuelto a nacer. el ser humano nace y muere varias veces a lo largo de su vida.
un cuerpo desnudo dentro de una bañera, un cuerpo sumergido en el agua, refugiado del ruido del exterior...