ya no sabes que hacer, bebes como un autentico inconsciente, te sale el alcohol por las orejas y sigues sólo en tu casa, es lo más triste.
decides ponerte música, estás en el balcón de tu casa, puedes ver iluminado medio madrid. la almudena, plaza de castilla, las torres kio. tras beberte dos copazos generosos servidos por tu propia y temblorosa mano decides hacer un grito brutal, un grito que alcance a dar un escalofrío a toda la humanidad...
¡dame tu fuerza, pegasoooooooooooo!
te quedas a gusto, pero después piensas:
¿cómo es posible que haya gritado semejante gilipollez? toda tu rabia contenida en ese grito de una serie de dibujos animados de tu infancia.
ahora vuelves a la cama y seguirás solo, como ayer, como mañana, como siempre y todo lo que te duele y te hace sufrir lo resumes en esa estúpida frase...
¡dame tu fuerza, pegasooooooooooo!
increíble.