bollos recién hechos mientras espero al autobús. el sol da en mi cara y luzco una extraordinaria sonrisa que nadie podrá ver.
estoy casi dónde las palabras pierden el eco, lejos, en una punta de la ciudad. descubrir esta panadería me ha hecho pensar que podría vivir aquí, en el extremo del mundo.
feliz con una magdalena caliente entre mis manos y una bolsa de bollos calientes en la otra.
el sol está brillando, y será por poco tiempo, como ocurre siempre, y volverá a brillar, y volverá a ocultarse, y volverá a salir,...
tercer paso: no volver a probarlo.