martes, agosto 30, 2005
madrid
salgo desde opera y voy andando hasta la plaza de oriente. siempre me había apetecido dar un paseo durante una noche de verano. es una buena idea sustuir la sudada en la cama por la sudada de un paseo a paso ligero. cruzo el viaducto, intento pensar motivos para no saltar, los tengo, aunque no sé si son muy fuertes e impedirían un salto durante una verdadera crisis existencial o un vacío interior.encuentro terrazas por las vistillas y llego hasta san francisco el grande. voy haciendo fotos y algún que otro video. el trozo de la gran vía de san francisco me llena de miedo cuando veo a un grupo de cinco chavales hasta el culo de pegamento, aligero el paso, un grupo de mendigos se empieza a acostar en la otra acera. llego a la puerta de toledo, sigo bajando hasta el puente de toledo. es un caos, grúas, vallas,... todo está levantado y siguen las obras en la m-30. desde aquí vi una vez unos preciosos fuegos artificiales, todo era distinto. ahora todo está en construcción, desarmado y arreglándose. paso al otro lado del río, por decirle de alguna forma, y no me encuentro con fuerzas para subir general ricardos. me meto en el metro en marqués de vadillo, junto con un ecuatoriano borracho. tan sólo él y yo esperamos al metro. me bajo en oporto, sigo toda mi calle hasta el portal. llave dentro, ascensor, ducha, ordenador,... el azar y el destino no existen, tu escoges todo.