perdidos por las calles estrechas, olor a mar, gaviotas sobre nuestra cabeza. las plazas huelen a sidra, la brisa del cantábrico intenta entrar por el laberinto de casas. si llegas a lo alto podrás ver el horizonte infinito del mar.
ya va siendo hora de tomar algo. el desorden lleno de mods, las plazas llenas de gente. nos perdimos buscando la plaza de la soledad, y nos dimos por vencidos mientras derramábamos la sidra, y vaso tras otro coleccionamos botellas vacías entre palabras que van desde conspiraciones mundiales en nuestra contra hasta halagos a las bondades de los cuerpos femeninos.
habrá que volver por tus calles, subir y bajar tus cuestas, tirar el culín al suelo,...