últimamente a mi dirección sólo llegan correos intentando venderme viagra. a una media de uno diario los voy borrando, pensando en el día que realmente tenga la necesidad de usar la famosa pastilla que prolongará mi vitalidad sexual, y que provocará en mi las mismas sensaciones de la juventud, que mi vitalidad sexual se vea ofuscada por el rechazo del género femenino.