levanta su mano hacia ella, haciendo un amago de golpe, mis ojos se fijan en la escena, y cuatro ojos más se fijan en mí. unos, húmedos llenos de miedo, otros, completamente fuera de sitio, rojo sangre.
-¿qué miras gilipollas? ¿qué haces aquí? ¡te voy a matar hijoputa!.
-¡para!, ¡déjale!,…
hablan en ruso y dejo de entender, sigo caminando, a mi espalda:
-¡hijoputa, maricón!, hijoputa ya te veré…
sigo caminando hasta llegar a casa. me quito la ropa para ponerme el pijama y me hago un ovillo en la cama.
adoro la magia de la noche de reyes.