lunes, septiembre 19, 2005
un puñado de coincidencias
ahora, no sólo se escuchan mis pasos en el callejón... siento otra presencia, un eco a mis débiles y serpenteantes pasos de borracho. ni siquiera voy a mirar de quién se trata, ya sé que eres tu, siento el acero entrando por mis riñones... frio... hielo... un escalofrio recorre todo mi cuerpo. hace tiempo que deseaba este momento, he pasado mucho hasta llegar... una muñeca se gira dos veces con camino de ida y vuelta, imposible que pueda doler más... mi boca se llena de sangre, toso y espumarajos rojos saltan de la boca... ciérrala, no desperdiciaré mi sangre en esta ciudad. siento cómo me liberan, y duele más que cuando entró por mi espalda. me caigo al suelo, lo último que veo es su cara, su pelo rubio, su adorable sonrisa, su dentadura perfecta, un cuchillo en su mano....