son horas esperando que algo suceda, y ya nunca pasa nada. una entrada para la sala cuatro, a las siete y cuarto... me queda una hora para vagar por la plaza de los cubos. los domingos los cines están llenos, no me gusta... espero que a mi película no vaya mucha gente.
aprovecharé para tomar algo, hay terrazas, pero no pisaré de nuevo un starbucks. leo la hoja que dan en el cine de la película que voy a ir a ver, hago algunas fotos, divago dentro de mi cabeza. uno ochenta de café... debería haber ido al vips, pero había cola para entrar. de todas formas entro y merodeo por si hay algo que me pueda interesar, me compró sonatine de kitano... está semana me apetecerá ver algo violento, nzzo me dejó astronautas el día que amanecí en su cama. empieza la película, la sala está casi llena, mi plan de no tener que aguantar a mucha gente ha fallado... me enamora la voz de una de las actrices, extraña, ronca y cómo si hablara una niña, también me gusta ella... tengo una extraña predilección por estas mujeres asiáticas últimamente...
acaba la película y la gente va saliendo del cine, me quedo hasta que acaben los títulos. salgo, veo a almodóvar, es un gilipollas...
subo la gran vía, desde hace unos meses me siento melancólico cuando ando por la gran vía... ralentizo el paso, es cómo si me desplomara, pero no puedo dejar de darme paseos por ella.
llego a callao, metro, paul auster y a casa... me sigue durando el shock de subir ayer por la gran vía, y lo último que me pasó antes de acostarme no me ayuda a superarlo, pero si contará todo lo que pasa en mi vida dejaría de ser un tipo interesante... si es que alguna vez lo he sido.