sábado, diciembre 17, 2005

destornillador

ha pasado una hora en apenas un parpadeo. abro un ojo y veo las agujas del reloj que marcan las doce y cuarto de la mañana. yo pensaba que el destornillador que tortura a mi cabeza podría desaparecer.
pongamos que a estas alturas del día podría distinguir entre la realidad y las visiones que se proyectan en el techo de mi cuarto.
necesito algún invento absurdo del profesor farnsworth que me ayude a luchar contra el demonio que habita dentro de mi.