en pijama, me bajo al coche y escucho a juan de pablos. no sé el por qué extraño de este acto. tengo radios en casa, tengo cascos con los que podría escuchar en silencio el programa sin molestar a nadie. tampoco soy un asiduo del programa, normalmente a esas horas estoy medio durmiendo. me gusta la voz de juan de pablos, aunque a veces se queda cómo atascado y no le salen las palabras.
puede ser que, tras haber tomado cómo costumbre este fin de semana la de dormir dentro de mi espacioso coche, mi subconsciente prefiera encontrar el sopor adecuado para dormir aquí.
no es que me asuste, pero estas costumbres que estoy adquiriendo son, al menos, preocupantes.
me entró el cansancio necesario y subí a casa. si alguien me viera ahora...
hoy nadie me reclamó ni me echo de menos.
buenas noches oscuridad.