voy de copiloto en el coche de peter. peter conduce. no puedo ver los coches a nuestro alrededor, sólo las estelas de sus luces. unas rojas, otras amarillas. de fondo suena animal collective, y peter es tan grande que parece que el coche ha encogido. hace como que el salpicadero es un teclado, o a lo mejor es que en realidad es un teclado, y mueve la cabeza y agita los brazos. no podría asegurar si el tiempo se ralentiza o acelera. las luces de los otros coches se reflejan en el retrovisor, y van alumbrando la cara de peter por momentos, como si estuviera encima de un escenario.
yo estallo en carcajadas, y al fondo se ve madrid iluminada. pienso que nunca llegaremos, pero luego pienso que es un fenómeno extrañísimo y que en verdad no es madrid, sino un enorme espejismo nocturno.
giro lentamente mi cabeza hacía peter y le pregunto.
-¡cómo puedes conducir así!
-¡tío, yo vivo así!