viernes, septiembre 19, 2008

cerrado

cierre metálico, de los que golpeas y suena a chapa dura de metal, con una pequeña rendija abierta para poder ver sin interés lo que pasa fuera. si alguien viene de visita callaré, haré ver que no hay nadie, apagaré las luces y quitaré la música.
aquí no vive nadie, aquí no hay nada que le pueda interesar, ¡váyase!.
regresaré a mi asiento, a echar cabezadas de vez en cuando, mientras la gente pasa por fuera.