células reproduciéndose a toda velocidad vistas con el microscopio. la gente va de un lado hacía otro. se esconden en sus casas, se encierran. me rodean, me golpean sin querer en su desenfrenada trayectoria, como asteroides impactando sobre la superficie de un planeta.
de día, el cielo rojo, abrasa el asfalto de la ciudad, la oscuridad más total se apodera de la noche, apagando poco a poco las luces de las farolas, los neones ahogándose.
el cielo se abre, comienza a llover, llueve como si nunca antes lo hubiese hecho.
la ciudad se derrite, un lienzo mojado, los colores se confunden y se van perdiendo, son arrastrados hasta lo más profundo de una alcantarilla.
echo de menos la ciudad en la que vivíamos juntos, no soporto madrid sin ti.