domingo, diciembre 23, 2007

humo

todas las caras son calaveras, expulsan humo sin parar, por sus ojos vacíos, por sus mandíbulas desencajadas, por el hueco donde deberían estar sus narices. hablan y no entiendo nada de sus murmullos. el humo me irrita los ojos, se agarra con fuerza a mi garganta.
me siento enfermo.
bebo en silencio, yo sólo entre el humo, entre conversaciones que carecen de interés. las calaveras ríen enfermizas, gritan, se besan.
en algún momento ardí y también me convertí en humo