duermes a mi lado, y no quiero que entre la luz por la ventana, no quiero que te despiertes, no quiero pensar en tener que marcharme.
no te tengo, te busco y cuando parece que te encuentro desapareces, como si nunca hubieses existido en realidad. me llevo las manos a la nariz, y en ellas está tu olor, prueba evidente que demuestra que estabas aquí.
sigo despertando y no te encuentro, dejando un hueco a mi lado que jamás desaparece. despierto siempre al borde de un precipicio. pienso que a la mañana siguiente todo cambiará, que ya no habrá abismos, que me despertaras mientras bostezas y te estiras recién despertada.
siempre pienso que en algún momento todo cambiará a mejor.