una mañana tras otra. la misma mañana repetida hasta la saciedad. el bucle infinito del aburrimiento. abres el envoltorio, calcetines. muchas gracias, no tenías que haberte molestado, no hacía falta.
no hace falta, ya no te levantas de la cama corriendo en pijama por la casa para ir al salón a mirar en el zapato que dejaste la noche anterior.
la pérdida de la ilusión, la monotonía, una vida plana, los putos calcetines. la misma cara del año pasado, y la del anterior, y la del anterior, y la del otro.
borrachera de noche de reyes, todo el mundo duerme. ya están en mi casa, miro desde el pasillo, nada. este año he vencido a los calcetines.
nada.