andrés y yo hablamos en el pasillo de casa, de pie, sobre chicas que tienen el nombre largo, de cómo ellas giran ahora alrededor de nuestras vidas.
hablamos sobre ortodoncias que favorecen, que alimentan recuerdos de adolescencia.
salgo a pasear con un bigote postizo que me hace cosquillas y me impide sonreír mucho.
-¿cuál era su nombre?
-zorra.
-¿y cómo era?
-tenía los tobillos gordos.
-ah, pues vaya… “tobillo fino, polvo divino.”
hace sol, y los pájaros vuelan alto en bandadas por el cielo despejado.
comemos en el chino subterráneo de plaza de españa.
apoyamos espalda contra espalda en la plaza de oriente, se va escondiendo el sol.
llevo dos días sin apenas dormir… podría dormir durante una semana entera.