dicen que existe gente que juega a ser quien no es. leí el otro día que, normalmente, se trataba de personas con algún tipo de complejo, de inferioridad unas veces, de superioridad otras.
la sensación al descubrir a un tipo de persona así cerca de nuestro entorno suele ser de tristeza.
todos tenemos nuestros fallos, nuestras locuras, nuestros miedos, pero la mayoría intentamos vivir a gusto con lo que somos, sin tratar de simular que somos otra persona.
en algunos casos la enfermedad alcanza tal grado que muchas veces no sabemos cual es la persona a la que realmente conocemos.
tal vez, yo me haya vuelto más irascible, tal vez.
me canso de babosos de bar, de falsos intelectuales, de niñas tontas, de gañanes, de payasos y de payasas, de conversaciones estúpidas envueltas en un halo de modernidad que, en realidad, tan sólo están rodeadas de filosofía barata del cosmopolitan.
lo falso nos rodea, lo vacio acecha, reina lo superficial, la frivolidad.
no estoy enfadado, todo esto me produce una profunda tristeza.
